Todo comenzó cuando de chiquita me encantaba ayudar a mis amigas a cuidarse, tanto que hasta tuve un programa de radio donde daba consejos de belleza.

Con el tiempo comencé a estudiar e interiorizarme en el mundo de la estética. Podría llamarme a mí misma una “nerd”, ya que disfruto de cada detalle y aspecto que involucra.

Hice un máster en cosmiatría en la prestigiosa Facultad de Medicina de la UBA, con prácticas en el Hospital Isrraelita. Ahí pude dimensionar de verdad lo que podía lograr uniendo la ciencia, la anatomía y el funcionamiento de la química cosmética. Me cautivaron los resultados que fui logrando y, sobre todo, me motivó ver a mis clientas disfrutar de esos logros y sentirse más seguras de sí mismas.

Casi 20 años después me sigue ilusionando ver cómo mis clientes logran verse y sentirse bien con su piel y su cuerpo.

Mi compromiso inquebrantable radica en ser clara, precisa y ética con cada persona que nos elige.